viernes, 20 de septiembre de 2013

De Secretos y traición

Te digo algo pero no se lo cuentes a nadie eh. Así arranca el desastre. Parece calcado. Millones de mujeres de todas las latitudes, razas, conciencias cósmicas, ocupaciones sociales, cargos públicos o privados. Millones de mujeres rubias, morochas, pelirrojas y castañas claras ceniza también. Millones de mujeres rellenitas, escuálidas. O sea, millones de mujeres vivas y ya. Toda mina empieza así la oración que la catapultrá a la traición más común y menos mencionada de la historia de la humanidad: la de no poder guardar un secreto.

Les pica adentro. Tienen que contarlo como sea. No importa si es un desconocido. Que la mujer no sabe guardar bien un secreto parece no ser sólo un mito. Una investigación realizada por profesionales de la Universidad de Manchester indica que un 85 por ciento está encantada de recibir info para después pasarla y sólo unas pocas -poquísimas- pueden mantenerlo en secreto. ¿La razón? ¿Facebook? ¿Twitter? ¿SMS? ¿WhatsApp? Las nuevas tecnologías y las redes sociales parecerían los nuevos canales del pecado.

Y otro dato interesante: según el contenido del secreto, el marido, la madre y la mejor amiga son los primeros en los que se descargará la información, obviamente, sin autorización del sujeto en cuestión. Sin embargo, como al fin y al cabo tienen sentido común, algunas mujeres reconocen que al final se sienten culpables por haber revelado información privada. Imaginen que la culpa llega más rápido que un bombero: el promedio de tiempo que pueden mantener el secretito es de sólo 32 minutos y 45 segundos.

"Para guardar un secreto se necesita de dos. Para que todos se enteren, de tres..."

"Eres dueño de tus silencios y esclavo de tus palabras".

Son frases que expresan el cómo las personas vivimos los llamados "secretos". Recientemente la pelicula Mataharis hablaba de si se puede tener algún secreto. El trabajo detectivesco descubría que no. ¿Nadie puede tener secretos? pero ¿hasta dónde tenemos que compartir el ámbito privado?. Podemos entrar en los e-mails de nuestras parejas igual que antes se abrían las cartas con el vapor de la olla, pero ¿tenemos derecho a hacerlo? Dice Iciar Bollain, la Directora de la pelicula, en una entrevista que esto del espionaje se está volviendo de lo más cotidiano. Esa vigilancia te despersonaliza, te hace objeto. Vas perdiendo el control de tus actos y de tu intimidad. Y sin embargo muchas veces vivimos con alguien sin saber lo que piensa, lo que desea, sin conocernos. La pérdida de confianza, la incomunicación, el desamor se muestran por las miradas, los gestos y los silencios de los protagonistas. Buscamos los secretos de los demás, mientras dexonocemos muchas veces la vida y los sentimientos de los que tenemos más cerca. A veces estas personas descubren que hay mentiras propias que no han sabido ver y verdades que es mejor no revelar.

La palabra secreto deriva del latín secretus: “apartado, escondido, oculto”. Traicionar un secreto es “dejar escapar, descubrir, revelar o divulgar”. Podemos ocasionalmente revelar un secreto “dejando caer” (alguna cosa). El término traición deriva del latín tradere: “entregar, rendir, dar”. Comparte una dimensión moral que entra en juego cuando oímos algo acerca de la traición intencional de los secretos: “chismorrear, cotillear, delatar, denunciar”. Está rodeado de expresiones como: “¡A mi no me lo cuentes!” o “No me vengas con chismorreos”.

Como en todos nuestros comportamientos hay también un lenguaje no verbal que rodea al secreto. A veces la promesa que nos piden que hagamos para guardar un secreto se plantea de forma muy sutil. Incluso no hace falta una promesa explícita. Ciertas costumbres sociales tienen un efecto similar. La frase "sub rosa" (bajo la rosa) significa “en secreto”. La rosa era símbolo de secreto en el mundo antiguo. Por ejemplo, Cupido sobornó a Harpócrates, el dios del silencio, con una rosa, para que no descubriera los amores de Venus.

La traición de los secretos confiados es algo detestable que habla de una persona inmadura. En una amistad, lo más terrible que puede suceder es la traición de cosas que son verdaderamente personales, confidenciales y secretas. De forma similar, el cotilleo puede ser una forma de decir (traicionar) y construir (distorsionar) secretos.

Psychology: Helps people

Después de todo, me quedó con ésta frase:

"El que revela el secreto de otros pasa por traidor; el que revela el propio secreto pasa por imbécil."

Voltaire

O como decía la abuela: "Sí no quieres que algo se sepa.. No lo hagas"

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